martes, 13 de marzo de 2018

Escepticismo como preludio a una reflexión

Pues va. Siempre es bastante grato contar con la ayuda del diccionario para empezar a hablar de un determinado concepto. Grato, ¿verdad? Pues a veces no tanto, y es que de eso precisamente quiero hablar hoy, porque me tiene un poco harto que el mundo esté tan perfectamente diseñado (en cuanto a estructuras sociales) que todo se dé por cierto, se dé por sentado o sea incuestionable.

"Escepticismo" (Del lat. mod. scepticismus, der. del lat. mediev. scepticus 'escéptico'.). Según la RAE esto es: 1 "Desconfianza o duda de la verdad o eficacia de algo". o, 2. m. Fil. "Doctrina que consiste en afirmar que la verdad no existe, o que, si existe, el ser humano es incapaz de conocerla".

A pesar de que me encanta la segunda concepción debo desecharla, en principio, en la medida en que si la verdad no existe, y si existe el ser humano es incapaz de conocerla, pues aun la verdad relativa a este mismo "axioma" da pie a una falacia circular (o por petición de principio); y no creo que la verdad no exista, si no, no podríamos tener algunas certezas básicas para poder existir. Es sobre la base de lo que se da por entendido que vivimos vidas medianamente funcionales sin estar a toda hora debatiéndonos en una decisión compleja sobre uno u otro tema.

Me explico. Algunas cosas deben ser tomadas como ciertas, necesitamos axiomas dentro del pensamiento científico y estructurado, necesitamos principios fundacionales, reglas de la razón que den piso a nuestras elucubraciones o que a un nivel más responsable que el de mis pensamientos, sirvan como punto de partida para el avance de la ciencia y de la técnica. Muchos de estos pensamientos de base, de estas verdades son, entonces, completamente necesarias como parte, he dicho, de una vida más o menos sencilla. Simple no es lo mismo que sencillo y hago esta aclaración porque facilitar las cosas no es caer en un extremo de falta de profundidad, o en un escenario en que se niegue la razón.

No. Muchas veces he sostenido en diferentes círculos (y cuadrados) que en mi entender una de las cosas que mueve al mundo es la pereza (quizá no haya dado tan tremenda explicación en este sitio). Y para ir más allá del posible chiste y decir a qué me refiero basta indicar que hemos hecho (como seres humanos) muchas cosas para ahorrarnos el esfuerzo, para tener vidas más cómodas. Para que, en teoría, cada vez nuestro esfuerzo se viera abocado hacia lo intelectual precisamente y menos a las labores manuales.

Pero eso mismo ya nos hizo demasiado dependientes del establecimiento, de la estructura y de aquel consenso del cual no participamos.

Por esta razón soy un completo convencido de que el ser humano necesita ser más escéptico y dedicar más tiempo a cuestionar el establecimiento, la estructura y cada uno de estos consensos en los que no participa. El individuo debe cuestionar su sociedad, el ciudadano su nación y su establecimiento político, y la persona debe cuestionar sus derechos y obligaciones. Debemos participar de las discusiones, debemos establecer nuestro criterio a través de la búsqueda consciente de argumentos, de la investigación de los aspectos de la vida que nos atañen y no esperar a que la solución llegue de otros o peor, que nos sea impuesta.

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